El Ambiente:
Además de la adherencia específica ofrecida por cada modelo de neumático a una temperatura determinada, cabe resaltar que la adherencia también depende de la superficie de contacto con el suelo y del estado del pavimento sobre la cual se circula.
Mu: Coeficiente medio de adherencia del neumático para un tipo de superficie |
Cuanto mayor sea la superficie de contacto entre el neumático y el pavimento, mayor será la adherencia.
Cuando un neumático rueda sobre asfalto seco, el contacto entre la banda de rodadura y el pavimento se produce en toda la superficie de la huella.
Cuando lo hace sobre asfalto lo suficientemente mojado como para que exista una película de agua sobre él, es necesario que los canales tallados sobre el neumático evacuen el agua hacia los laterales.
Evacuación de agua hacia los laterales |
Pero esto no es un proceso instantáneo ni que se produzca de manera homogénea a lo largo de la huella.
Es posible distinguir así tres distintas zonas, caracterizadas por la cantidad de agua que se ha logrado evacuar: La primera de ellas (zona A en la figura de abajo) se encuentra en el frontal de la huella, donde el neumático acaba de entrar en contacto con la película de agua y por tanto el volumen de agua evacuado es muy reducido.
El espesor es todavía lo suficientemente grande como para que no se produzca contacto alguno entre la rueda y el asfalto, por lo que la adherencia proporcionada por esta zona es prácticamente nula.
En la zona B el espesor de la película de agua se ha reducido lo suficiente como para que se inicie un leve contacto entre las irregularidades más prominentes del asfalto y la superficie de la banda de rodadura.
Se empieza a generar fricción, pero muy lejos de los valores que proporcionaría un contacto sobre asfalto seco.
Finalmente, si la capacidad de evacuación de agua es suficiente, en la zona C de la huella se logrará un contacto franco, proporcionando un agarre cercano al que se daría sobre asfalto seco.
En competiciones en las que las condiciones climatológicas cambian, los neumáticos se cambian por neumáticos para lluvia, estos pueden presentar una histéresis tan elevada que serían destruidos en pocas vueltas si fueran empleados a ritmo de carrera sobre asfalto seco.
La proporción de huella ocupada por cada una de las tres regiones descritas depende de factores como el espesor de la película de agua presente en la calzada, la forma y profundidad de dibujo de la banda de rodadura, la presión de inflado y la velocidad a la que se circule.
Influencia de la profundidad de dibujo en la adherencia |
Influencia de la profundidad de dibujo en la adherencia de frenado sobre mojado |
Influencia de la presión de inflado en la adherencia |
Influencia de la velocidad en la adherencia |
A mayor velocidad, menor es el tiempo disponible para acelerar y desplazar el agua hacia los laterales y, por tanto, mayor la superficie que “flota” sobre el agua y menor la que efectivamente proporciona agarre.
Si la velocidad es excesiva y el neumático es incapaz de evacuar la suficiente cantidad de agua como para que se llegue a producir contacto con el suelo, toda la huella se encontrará cubierta por una película de agua (a la derecha en la figura de arriba), y el neumático ofrecerá una direccionalidad y capacidad de tracción prácticamente nulas.
Es lo que se conoce como “aquaplaning”. A mayor anchura del neumático, mayor será su tendencia a sufrir aquaplaning.
Al ser la huella más ancha, la distancia que debe recorrer el agua hasta ser expulsada por los laterales también es mayor.
Recorrido del agua para ser expulsada |
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